De un día perfecto

Hace poco alguien me ha dicho que le ha gustado mi descripción de un día perfecto, aquí os la dejo. (la he aumentado por petición de los comentaristas).

La luz del amanecer entra levemente por la ventana del techo, me despierto con esa sensación tan placentera de haber dormido a gusto después de haber pasado una noche increíble. Es una mañana de domingo soleada, de esas que empieza el buen tiempo pero todavía te tienes que arropar con el edredón por esa sensación de protección y estar calentito tan placentera.

Al otro lado de la cama estas tú, la persona que me hace feliz con solo verte dormir, me quedo un rato observando para asegurarme que eres real y que estamos juntos.
Me levanto con cuidado para no despertarte, envidio la capacidad que tienes de dormir incluso con claridad y algún ruido, pero bajo la persiana por completo, me gusta este rato que sigues dormido como si yo velara tu sueño. Preparo el café, me pongo el pantalón de un chándal tuyo y una sudadera vieja para bajar a por el periódico, el pan y sacar al perro, ese que insististe en que tuviésemos aunque a mi no me gusten mucho y que al final a conseguido enamorarme tanto como tú.

Al regresar llevo el desayuno a la cama despertándote con un beso aunque ya estabas medio despierto por el olor a café y a croissant, nos quedamos juntos en la cama leyendo el periódico y el suplemento hasta que me doy cuenta que llevas un rato mirándome tu a mi ahora con cara de bobo y me acerco hacía ti para darte un beso, volvemos a hacer el amor, nos duchamos juntos y salimos a dar una vuelta aprovechando la mañana soleada, a cualquier sitio, hablando de todo o de nada. Tomamos un aperitivo en un nuevo sitio que descubrimos y que se convierte en nuestro lugar favorito hasta que descubramos otro.

Volvemos a casa, preparamos juntos algo para comer, mientras sirvo un vino, pones música y preparas la mesa. Suena una canción lenta, me abrazas por la espalda mientras termino de cocinar, bailoteas mientras me abrazas y con tu cabeza sobre mi hombro me dices lo bien que huele, te doy a probar lo que preparo sin darme la vuelta, te pregunto ¿qué tal? me respondes al oído, te quiero, me doy la vuelta y te miro a los ojos contestándote con otro te quiero, nos besamos como si fuese la primera vez, te desnudo y me desnudas con impaciencia, follamos ahí mismo y hacemos el amor en el suelo, junto a la comida. Al acabar Comemos directamente de la olla, tirados en el suelo.

Te das cuenta que ya es tarde las 19, sugieres que podríamos vestirnos e ir al cine, una peli de esas raras que me gustan a mi en V.O. o una de estreno en el Kinepolis, a veces me desespera que no lo decidas tu, pero en el fondo lo haces porque sabes de sobra que sé que películas hay en ambos sitios y que me encanta decirte todo lo que hay, como estamos algo cansados preferimos ir a los cines cerca de casa para no coger el coche, llamamos a unos amigos para que se apunten y les parece genial la idea, una peli de esas que nos sorprenden como El buen nombre, C.R.A.Z.Y. cine independiente que a veces es un fiasco pretencioso pero que otras, te tocan la fibrilla. Mientras sacas las entradas compro unos frapuchinos, cafés, o aguas para todos. Me gusta saber exactamente que le gusta a cada uno, y a ti te gusta que sea yo wuien pida porque nunca te aclaras con la carta del Starbucks.

Durante la película, me coges la mano, yo apoyo mi cabeza contra ti mientras que con el dedo índice de la otra mano escribo sobre tu antebrazo las letras T, E, A, M, O, creo que nunca te has dado cuenta, supongo que piensas que solo son caricias... Al salir del cine decidimos ir a tomar un helado a esa heladería que tanto nos gusta, mientras tomamos nuestros helados favoritos, comentamos la película, charlamos y reímos con nuestros amigos.

Al volver a casa hay que sacar al perro, insistes en que baje yo, pero te digo que lo siento pero te toca a ti, aun así me convences que vuelva a bajar yo a cambio de 45 minutos de masaje, eso es chantaje, aprovecho la salida del perro para hablar con familia y con algún amigo, no quiero que piensen que porque ahora vivimos juntos dejo de preocuparme por ellos. Al volver a casa y abrir la puerta me encuentro montones de velas repartidas por toda la casa, todo a oscuras con la única iluminación de las velas, me doy cuenta que las velas parecen formar un camino y que del baño sale vapor y también está iluminado de la misma manera, al acercarme me voy quitando la ropa, al llegar a la altura de la puerta escucho que has puesto el cd de canciones famosas interpretadas en canto gregoriano y que tu estas dentro de la bañera esperando a que me una, me meto y empiezas a masajearme los hombros, a lavarme y masajear la cabeza... así con todo el cuerpo hasta que a los 45 minutos suena el minutero de cocinar y dices ahora me toca a mi!

Sí, pero yo te lo hago en la cama -contesto yo, así que después de secarnos te tumbas en la cama, boca abajo y yo te doy uno de esos masajes que tanto te gustan, dices que lo hago bien, intento no dejarme ni un músculo, no puedo evitar excitarme y empezar a excitarte a ti hasta que no lo soportas mas, te das la vuelta y me haces la mejor mamada del tiempo que llevamos juntos, a cambio yo te masturbo de esa manera que se que te vuelve loco. Una duchita con agua fría y nos metemos en la cama, te quedas leyendo un poco mientras que yo me quedo dormido mirándote, al terminar de leer, apagas la luz me abrazas y nos dormimos.

¿Un buen día no?