martes, 30 de mayo de 2006

¿Qué hacer con los regalos y recuerdos de un ex?

Buenas, aprovechando que hoy tengo un día tranquilo en el trabajo después de otros tantos mas movidos, y la verdad no tengo muchas ganas de hacer nada mas, me he puesto a escribir un poco.
Como ya he contado estamos estos días de pintores en casa y no es que a mi madre le haya venido la regla que a la pobre hace mucho que le dijo adiós, estamos pintando techos y paredes y cada habitación de un color! A la vez estamos haciendo limpieza puesto que ya que sacas todo para mover muebles pues haces limpieza y como coincide con que mi hermano José Luís y el que se casa, Alfonso, se van ya a sus respectivas casas pues más aun.
Y diréis y bien?, pues veréis una vez colocando de nuevo mi cuarto están todas las cosas que mi ex me regaló (creo que es la primera vez que me refiero a el así en esta bitácora) me salta la gran cuestión, escrita en la pantalla al igual que Carrie Bradshow en su portátil Apple

¿Qué hacer con los regalos y recuerdos de un ex?
Y es que es un gran paso, si me seguís desde hace mucho o incluso yo mismo me digo, y por que no lo tiras todo, si ya se acabó, pues a otra cosa mariposa (nunca mejor dicho) pero algo me impide hacerlo, no creo que sea que algo queda o quizás si, porque no creo que uno pueda decidir desenamorarse chasqueando los dedos. Pero sobre todo lo hago porque me parece que ha sido tan especial y tan bonito que se merece ser guardado.
No se si lo conté, pero todo empezó con una carta a las que le siguieron otras, siempre enviadas por el, cd’s con canciones, tarjetas de felicitación, osos de peluche, una botella con mensaje dentro, otro de su perfume, un Cd de un conocido suyo cantante, la canción que me escribió, las fotos de las vacaciones juntos, la peli del fantasma de la opera, todo absolutamente todo lo tengo, aparte de la ropa y otros regalos que me hizo.
Quizás al ser mi primera relación en la que yo sentía qué es eso del amor me comporto con estas cosas como un adolescente y como en una relación de ese tipo, a estas cosas les guardo un cariño especial.
Mi madre, y es que hay que reconocerlo, es mas buena y más rica, para facilitarme el proceso ha pedido a los pintores que taparan los tacos del estante donde estaban algunas de esas cosas, así que si ahora no tengo estantes tomar la decisión de meterlo todo en una caja es mas fácil, no os parece?

lunes, 29 de mayo de 2006

De pinturas, terrazas naranjas y otros sentimientos

Bueno pues parece que tampoco he podido mantener la regularidad prometida, pero veréis, resulta que mi hermano Alfonso se casa el próximo Sábado 10 de Junio y a mi madre no se le ocurre nada mejor para estas semanas previas, que ponerse a pintar toda la casa, y con todo revuelto no había manera de acceder al ordenador y hasta anoche no terminamos la terraza, sitio desde el que se han escrito las anteriores crónicas.
Es curioso porque justo después de vaticinar que algo en la relación podría salir mal con aquella cancioncita, trasladé el ordenador de la terraza a mi cuarto, ya que el frío de los madriles impide pasar las noches dándole a la tecla, pensando que así podría seguir escribiendo.
Pero todo lo contrario ha tenido que volver el ordenador a la terraza para que yo vuelva a escribir.
También es cierto que este invierno con el ordenador en mi cuarto ha sido en el que la relación se desgastó por completo, donde tuvimos las conversaciones más dolorosas, donde nos alejamos más, donde el se volvió totalmente frío, así que supongo que es bueno no escribir desde allí.

Pues eso, que por la pintura no he podido seguir contando estas cosillas, pero ahora que todo poco a poco vuelve a la normalidad y con la terraza naranja intenso y el resto de la casa a colores no puedo dejar de ver una cierta similitud con mi situación, porque debajo siguen estando las mismas viejas paredes al igual que debajo de mi sonrisa sigo llevando todo el dolor pasado.

(que me gusta a mi terminar en plan dramático eh? ;-P )

lunes, 22 de mayo de 2006

De lo que parece un nuevo comienzo

Bueno, pues aquí estoy de nuevo dándole a la tecla, a ver si consigo ser algo constante que sino esto pierde validez.
Durante estos meses, desde que escribí la letra de la muy ñoña canción “Y no me crees” hasta hoy han pasado muchos días, meses e incluso volviendo la vista atrás diría que años porque apenas si queda algo del chico (todavía no he cumplido los 30) que escribió los capítulos anteriores de estas deprimentes crónicas.
Me planteé incluso dejarlo aquí, con ese final abierto, ya que se vislumbraban nubarrones en esa relación a distancia y si,

a) eres de los que ya saben el final o,
b) por el tono de mis palabras, queda claro que aquel amor se acabó.

Aunque si bien no por mi parte, incluso a día de hoy no puedo evitar dar una gran bocanada de aire cuando lo pienso, sino por la parte contraria he tenido yo que decir hasta aquí. Y no por introducir a terceras personas, creo, sino por dejar de hacer, pero eso será tema para otro día no quiero exponer los puntos de sutura tan pronto que uno se cree fuerte y poco sensible a estos asuntos pero se viene abajo cuando menos se lo espera.
Solo diré por ahora que incluso he estado en París después de que todo terminara, para decirle lo mismo pero a la cara, que uno se siente mejor aunque se sienta morir por dentro.El viaje a París también da para otra crónica, sin dejar de tener puntos cómicos. (Nota para mi: no olvidar contar el capitulo ducha mugrienta)

Vuelvo a citarme aquí porque creo que me va hacer bien y porque mi Mr.Vic, (Víctor) me ha instado a ello. Que majete eres, siempre tendremos en común el rollo comics de mutantes.

Y para finalizar pondré eso de la declaración de intenciones, pero en esta nueva etapa de mi vida, en vez de enumerar lo que quiero hacer os iré contando lo que estoy haciendo. Estoy un poco cansado de tener muchas ilusiones que se queden en nada, así que lo mejor es dejarse de castillos en el aire y empezar a construir mi vida en presente y no en futuro.

Bienvenidos, coger sitio y sentiros como en casa.