lunes, 29 de mayo de 2006

De pinturas, terrazas naranjas y otros sentimientos

Bueno pues parece que tampoco he podido mantener la regularidad prometida, pero veréis, resulta que mi hermano Alfonso se casa el próximo Sábado 10 de Junio y a mi madre no se le ocurre nada mejor para estas semanas previas, que ponerse a pintar toda la casa, y con todo revuelto no había manera de acceder al ordenador y hasta anoche no terminamos la terraza, sitio desde el que se han escrito las anteriores crónicas.
Es curioso porque justo después de vaticinar que algo en la relación podría salir mal con aquella cancioncita, trasladé el ordenador de la terraza a mi cuarto, ya que el frío de los madriles impide pasar las noches dándole a la tecla, pensando que así podría seguir escribiendo.
Pero todo lo contrario ha tenido que volver el ordenador a la terraza para que yo vuelva a escribir.
También es cierto que este invierno con el ordenador en mi cuarto ha sido en el que la relación se desgastó por completo, donde tuvimos las conversaciones más dolorosas, donde nos alejamos más, donde el se volvió totalmente frío, así que supongo que es bueno no escribir desde allí.

Pues eso, que por la pintura no he podido seguir contando estas cosillas, pero ahora que todo poco a poco vuelve a la normalidad y con la terraza naranja intenso y el resto de la casa a colores no puedo dejar de ver una cierta similitud con mi situación, porque debajo siguen estando las mismas viejas paredes al igual que debajo de mi sonrisa sigo llevando todo el dolor pasado.

(que me gusta a mi terminar en plan dramático eh? ;-P )

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