viernes, 2 de mayo de 2008

De Lars y una chica de verdad


Comienzo a escribir sin saber si valdrá para el blog de cine, huérfago desde su estreno, y es que uno nunca sabe lo que va escribir hasta el mismo momento en el que lo está escribiendo. No me hace mucha gracia escribir de otra cosa que no sea la última película que he visto, Lars y una chica de verdad, con Ryan Gosling a la cabeza del reparto, y este chico promete mucho, aunque claro el papel que interpreta aquí es de esos que los actores llaman bombón, un chico retraído, extremadamente tímido, con fobia social, tactofobia y dificultades para vivir la realidad, todo en un entorno poco apacible y casi siempre nevado.
Este chico me trasnmite una ternura inusitada, me ablanda con esas expresiones y esos ojos, en muchos momentos de la peli me dan ganas de abrazarle aunque eso suponga una crisis para el, ya que el simple tacto de la piel le produce dolor, en esa vida hermética que tiene, su mente lanza un bote salvavidas, un flotador que le saque de su soledad y la encuentra en una muñeca de aspecto real que nada tiene que ver con las de látex aunque comparta finalidad, pero Lars no tiene en mente ese tipo de compañía, quiere una muleta, alguien que le ayude a enfrentarse a la vida social y no verse solo. Ya se que suena raro, la película tiene algunos momentos de humor, y podría decirse que es una comedia romántica, pero aquí el amor es de otro tipo, es el que despierta Lars en todo el pueblo, quizás demasiado bondadosos entendiendo tan comprensivamente el problema de Lars y ayudándole a desenvolverse aunque para ello, corten el pelo, den trabajo, lleven o incluso bañen a su inanimada compañera.
Lo imaginativo del planteamiento es precisamente eso, todos colaboran aunque no entiendan la finalidad, en otras películas con trastornos mentales no se nos había expuesto tan claro y completo todo el proceso de curación de la psique del enfermo, su propia entropía le provoca proyectar en Bianca sus ganas de vivir, de ir a fiestas de compañeros de trabajo de ser parte de su sociedad.
Emotiva película que hasta llega a emocionar, porque aunque Bianca sea de plástico, los sentimientos de Lars hacia ella, su pureza y su bondad son muy reales.
Un 8 sobre 10, y eso para como está el cine últimamente es mucho, pero quizás es que tengo debilidad por los bichos raros y con fobia social, o que soy magnánimo con la guionista de mi serie fetiche llena de bichos raros, A dos metros bajo tierra, pero esto no lo sabia hasta que he terminado de escribir esta entrada.

No hay comentarios: